jueves, 31 de enero de 2013

El Chaleco de Cordero

En cualquier explotación ganadera que se precie, es de suma importancia perder el mínimo de individuos que la forman, ya que ello repercutiría en dicha actividad económica.

En explotación Ovina, se puede dar el caso y no poco frecuente, que un cordero sea atacado por alguna alimaña...(Zorro, Jabalí, etc) y sentirlo desaparecer entre las fauces del predador y al mismo tiempo de la cuenta de explotación para resignación del ganadero. También se da el caso, de que ese mismo cordero muera de forma natural y 48h más tarde, otra oveja del rebaño muera también por cualquier circunstancia y deje a su retoño desamparado.


La Oveja después de 48h, sorprendentemente aún no ha olvidado a su hijo muerto transcurrido ese tiempo "por muy Borrega que sea", pero tampoco podremos conseguir que adopte y amamante a un hijo que no es suyo; porque no lo haría.


En otros animales se producen a veces adopciones que sorprenden, tanto y más cuando son de diferente especie. Se dan pocos casos pero, ocurren.


Los animales reconocen por el olor, un olor natural que sólo una madre sabe y puede reconocer. Por todo esto y para que una adopción resulte favorable y la merma de congéneres se acuse menos, los ganaderos deben recurrir a cierto tipo de artimañas; a pesar de que para algunos mortales les pueda resultar algo... ¿tétricas...?











Batidas y Monterías

-¿Nos creemos que lo sabemos todo?...Pues ese sería quizás, el problema más común en este mundillo de la Caza.


Siempre que vamos a realizar un batida, montería...; se nos advierte de las precauciones que debemos tomar antes de efectuar un disparo; que nunca tiremos a los Visos, que nos pongamos en contacto con los puestos contiguos, que no tiremos "a bulto" en el monte y otras advertencias más que no escuchamos, sino que oímos como el que oye llover.


-¡Siempre la misma retahíla. Si ya lo sabemos, si somos profesionales!.


-¿Entonces, como se suceden año tras año accidentes derivados de la Caza, si somos tan profesionales?


Los pilotos de Formula 1, son verdaderos profesionales y cuando pretenden adelantar a otro coche, a veces arriesgan demasiado y se salen de la pista, pero esa pista esta cubierta por protecciones y no ponen en peligro la vida de "en este caso" los espectadores.


En el mundo de la Batidas y Monterías no existen protecciones; no las tenemos que poner cada uno en nuestra conciencia,ser sumamente conscientes de lo que tenemos en nuestras manos, que no es ningún bastón; que es un arma que dispara un proyectil, que circula tan deprisa que no hay alma viva que lo pare.Lamentaremos de por vida que se salga de la "Pista".


Debemos tener muy en cuenta que practicamos un deporte de "Alto Riesgo". En Monterías y Batidas, sobre todo, debemos de aprender a frenar ese dedo índice de nuestra mano dcha(o izquierda), con el que accionamos el gatillo y que nos puede acarrear un buen disgusto, imposible de reparar.


Deberíamos tener mejor sentido de la humildad y escuchar los consejos de otro compañero de caza e incluso sabiendo que tiene menos experiencia que nosotros.Seguramente si, tendrá menos experiencia pero posiblemente tenga la cabeza mejor amueblada y tenga más sentido de la responsabilidad que uno mismo; o por el contrario, sus opiniones y conceptos, nos produzcan tales "escalofríos" que nos obligue a abandonar el puesto y correr a atrincherarnos en los coches.


Un verdadero profesional puede cometer errores, pero no debe cometer imprudencias; de lo contrario, no es ningún profesional.



A continuación expongo un ejemplo real, de lo sucedido en una Batida en Chillón.El impacto de una bala, procedente del disparo de un llamado "Profesional" tras tirar a un guarro a la contra.





Aconsejo veáis la siguiente película, producida por "Blaser". Son 45 minutos de duraciòn pero, cada minuto es más interesante que el anterior. Me ha llamado bastante la atención los ensayos y simulacros, sobre todo el del llamado "Efecto Esquirlas". No tiene desperdicio. El sonido empieza a partir del minuto y 45 segundos. Se paciente.

¡Saludos y mucha prudencia!